Costa Álvarez, Arturo (1870-1929) New! Popular

Vida

Arturo Costa Álvarez nació en Buenos Aires en 1870. Durante la enseñanza media estudió francés e inglés en el Liceo Ibérico Platense. En 1886 comenzó a trabajar como periodista en el diario La Prensa y años después compatibilizó su cargo como administrador de El Tiempo y colaborador de El Argentino. También escribió para La Nación desde 1898 hasta su fallecimiento en La Plata en 1929.

Conocía profundamente varios idiomas (francés, italiano, inglés y portugués) lo que le permitió traducir al castellano un buen número de obras. Desde 1910 fue traductor e intérprete en la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires. Hacia 1922 publicó Nuestra lengua tratando de ser continuador de autores como Juan B. Selva. En esta obra tratará de dar respuesta a lo que llamaba la «bancarrota idiomática de Argentina». La crítica consideró que Costa Álvarez trataba de erigirse en autoridad local en reflexión lingüística. Se posicionó como especialista en discusiones sobre la lengua española en Argentina cuando la filología estaba en incipiente proceso de institucionalización y la lingüística se profesionalizó bajo la protección de los enviados del Centro de Estudios Históricos dirigido en Madrid por Menéndez Pidal con el que se enfrentó intensamente.

En 1928 publica El castellano en la Argentina, obra con la que pretende zanjar la controversia sobre el idioma nacional. Se articula en varios ensayos repartidos en diez partes. En las cinco primeras aborda el tema de su querella y trata de repudiar el programa autonomista del idioma a la vez que enarbola el ideal romántico de la emancipación. Considera que las publicaciones sobre el español en Argentina se caracterizan por el afán de independencia de las formas castellanas, aunque expresado en castellano. Según Costa Álvarez la causa del idioma nacional acabó a principios del siglo XX y en Nuestra lengua (1922) narra la derrota y sella un juicio definitivo a favor de la unidad del idioma pues para él la cuestión de un idioma privativo es más un anhelo que un hecho. Su rechazo a las pretensiones autonomistas no le impidió adscribir el ideal emancipador de la lengua en Argentina que para él sería tomar el control del diccionario y a gramática. Así, dominar la lengua americana implicaría estudiarla y ejecutarla libre del afán jergal criollo y de las normas dictadas por la Academia Española. Este ideal fue compartido por autores como Alberdi, Gutiérrez, Sarmiento y López y quizás es lo que diferencia El castellano en Argentina de Nuestra lengua, puesto que la emancipación que propugna no estaría encaminada hacia un idioma nacional sino hacia un diccionario y una gramática generadas por la filología americana que permitiera establecer similitudes y diferencia, reglas y excepciones o usos aconsejables o rechazables. Rechazó el cambio de castellano a español introducido en la última edición del diccionario académico, cambio que considera más político que lógico argumentando que en el siglo XVI los colonizadores del «reino de Castilla» (haciéndolo extensivo al rey de España) hablaban castellano, por lo tanto, él lo considera como su lengua por respeto a la historia. Costa Álvarez ha sido el mayor estudioso de la querella del idioma nacional y el que ha atesorado la mayor bibliografía al respecto.              

Obra

Bibliografía 

Gloria Martínez Lanzán