García-Lomas y García-Lomas, G. Adriano (1881-1972)

Vida

Genaro Adriano García-Lomas fue un ingeniero de minas, etnógrafo, antropólogo, folklorista y lingüista español nacido en Arenas de Iguña (Cantabria, España) en el seno de una familia acomodada de la Cantabria montañesa; esta estirpe poseía ramificaciones en Valladolid y Madrid, y algunos de sus miembros llegaron a ocupar puestos destacados en la vida política española del siglo XX: por ejemplo, Miguel Ángel García-Lomas (1912-1976) fue el último alcalde de Madrid del periodo franquista. El padre de nuestro autor, el jurisconsulto, político y escritor Fidel García-Lomas (1828-1893), fue senador y diputado en diversas legislaturas dentro de las filas conservadoras y consejero de la Real Compañía Asturiana de Minas –además de uno de los mayores expertos en legislación minera del siglo XIX español–, circunstancias que quizás condicionaran el futuro devenir profesional de su hijo. La biografía de Adriano García-Lomas está llena lagunas y se desconocen todos los datos alusivos a su infancia y juventud, aunque cabe suponer –por las ocupaciones de su padre– que residiera en la capital y realizara allí sus estudios primarios y secundarios. Completó su formación en la Escuela de Minas de la Universidad Central de Madrid, donde se licenció como ingeniero superior. Concluidos sus estudios, ejerció su profesión en diversas provincias del norte de España: primero en Guipúzcoa (en el entorno del decenio de 1920), territorio en el que residió en diversas localidades, como Rentería o Irún, y después en Palencia (1952-1960), ya como jefe de minas de las provincias de Palencia y Burgos. La vida laboral de García-Lomas también presenta importantes espacios en blancos: se desconoce qué fue de él entre finales de los años 20 y 1950, tampoco se conoce cómo afrontó la Guerra Civil (1936-1939) ni las consecuencias de esta sobre su vida. Sea como fuere, parece que en torno a 1960 –según otras fuentes, cerca de 1955– se retiró a la casa solariega de su familia en el valle de Iguña y allí se dedicó al desempeñó de labores investigadoras y eruditas. Convertido en una de las principales figuras de la intelectualidad montañesa de mediados del siglo XX, y movido por su interés y curiosidad natural –y pese a su formación autodidacta–, cultivó –en calidad de animoso aficionado– todas las especialidades de la Antropología Social: estudios sobre el vocabulario montañés o disquisiciones sobre la mitología y las supersticiones de su región, por citar solo algunas de las más importantes. También entró de lleno en un tema controvertido: el origen y las costumbres de la comunidad pasiega, asentada en el sureste de Cantabria. Recibió la Gran Cruz de la Orden de Beneficencia (condecoración desaparecida en la actualidad) en 1970 y fue nombrado Hijo Predilecto de la Provincia de Santander. Fue socio fundador del Centro de Estudios Montañeses y del Instituto de Etnografía y Folklore «Hoyos Sainz». Murió con 91 años manteniendo hasta el final su gran capacidad investigadora y dejando muchas obras por publicar.

Dentro de su labor filológica destaca su obra El lenguaje popular de las montañas de Santander, cuyo contenido ya había sido esbozado en Estudio del dialecto popular montañés. Fonética, etimologías y glosario de voces. Esta obra volvió a editarse, corregida y aumentada, con el título de El lenguaje popular de la Cantabria montañesa: Fonética, recopilación de voces, juegos, industrias populares, refranes y modismos, reeditada por última vez en 1999. Dentro de estos tres títulos de clara filiación, el cuerpo general de la obra contiene una extensa recopilación de voces dialectales con información sobre su distribución geográfica dentro del ámbito de la Comunidad. También legó estudios sobre toponimia de diversas localidades de la región montañesa, textos publicados en la revista Altamira. La investigación considera la obra de García-Lomas como el mejor ejemplo de lexicografía cántabra del s. XX.

Obra

Bibliografía

Jaime Peña Arce