Selva, Juan B. (1874-1962) Novedad Popular

Vida

Juan Bautista Selva nació en Dolores (Buenos Aires) en 1874. Fue profesor de castellano en la Escuela Normal de Dolores, de la que será nombrado director. En 1906, dedica un libro a la unidad del castellano titulado El castellano en América: su evolución, inspirado en El darwinismo, de Emilio Ferrière. Selva cree que no hay peligro de disgregación del español. Sin embargo, observa dos aspectos que pueden poner en riesgo la unidad de la lengua castellana, por una parte, la pretensión de que las peculiaridades del español americano generen una lengua distinta como propugnaba Lucien Abeille en Idioma nacional de los argentinos (1900) y, por otra, la actitud conservadora y poco atenta a las variantes americanas por parte de la Academia de la Lengua Española.

La obra de Selva se mueve entre la unidad y la disgregación dialectal del español, problema que estuvo presente en la intelectualidad argentina en el siglo XIX y parte del siglo XX, pues se creía que la independencia total de la metrópoli tenía también que ver con la del idioma. Sin embargo, en su libro niega la discutida hipótesis de Abeille sobre la existencia de un idioma argentino distinto del español. Hacia 1920 Selva gozaba de autoridad como lingüista contribuyendo con varios trabajos al estudio y conocimiento del castellano además de tener una sólida carrera docente y haber publicado obras como El castellano en América: su evolución (1906) y Guía del buen decir (1916), una compilación de artículos en los que abordaba cuestiones gramaticales que ya habían sido publicados en medios gráficos. Entre 1923 y 1927 escribe de forma continuada una columna lingüística en la revista pedagógica La obra (periodicidad bimensual) cuando en la Argentina está emergiendo la lingüística como disciplina científica. Escribió también Crecimiento del habla (1925) y Evolución del habla (1944), en este último refrendará la idea de que el español camina hacia la unificación indisoluble y duradera. Su vínculo con las instituciones académicas, aunque no universitarias, comienza en 1943 al ser designado «Académico Correspondiente» por la Academia Argentina de Letras y en 1951 nombrado «Individuo Correspondiente» por la Real Academia Española. Falleció en Dolores, su ciudad natal en 1962. 

Obra 

Bibliografía 

Gloria Martínez Lanzán