Vida
Manuel de Terán Álvarez nació en Madrid en 1904. Cursó estudios de bachillerato en el Instituto Cardenal Cisneros de Madrid y, posteriormente, la carrera de Filosofía y Letras (con especialidad, los dos últimos años, en la sección de Historia). En 1923 cuando estaba cursando la carrera se incorporó, por indicación de Claudio Sánchez Albornoz, al Instituto-Escuela de Segunda Enseñanza de Madrid como aspirante al Magisterio Secundario en la sección de Geografía e Historia. Se doctoró en 1927 con una tesis sobre el arte. Entre 1928 y 1930 estuvo adscrito a la Cátedra de Geografía de Eloy Bullón, uno de sus profesores universitarios y pronunció varias conferencias sobre paisajes regionales españoles en los cursos universitarios de verano.
El Instituto-Escuela estaba vinculado a la Institución Libre de Enseñanza donde la geografía y la geología eran muy bien consideradas. Pudo ampliar la docencia en el aula con frecuentes visitas a monumentos además de numerosas excursiones fuera de Madrid como práctica pedagógica. Estos trabajos de campo le ayudaron a profundizar en el conocimiento del relieve, la población, la flora y el arte. En 1930 obtuvo por oposición la cátedra de Geografía e Historia en el Instituto de Enseñanza Medias de Calatayud (Zaragoza), aunque solo ejerció un año, pues en 1931 volvió al Instituto-Escuela donde obtuvo plaza en propiedad en 1934. Resultó fundamental para su formación como geógrafo su estancia en París durante el verano de 1933 con apoyo de la Junta para la Ampliación de Estudios. Allí entró en relación con otros geógrafos y pudo consultar bibliografía sobre población rural y urbana para su investigación sobre la población en el valle del Guadalquivir. En 1939 fue nombrado catedrático del Instituto Isabel la Católica. Desempeñó su labor docente en enseñanza media hasta su excedencia voluntaria en 1968. También publicó varios manuales escolares para la enseñanza de la geografía, tales como Geografía histórica de España (1941), en colaboración con Gonzalo Menéndez-Pidal destinado a alumnos de 5.º de Bachillerato, Breve descripción del mundo. Geografía universal para tercer curso de Bachillerato (1942) o Imago Mundo. Geografía Universal (1952).
En 1951 obtuvo la cátedra de Geografía en la Facultad de Filosofía y Letras donde impartió clases hasta su jubilación en 1974. Fue una figura clave en el Instituto Juan Sebastián Elcano (CSIC) y de la revista que en él se publicaba, Estudios Geográficos, de la que será Secretario, Vicedirector y Director y donde están recogidas la mayoría de sus investigaciones, tales como «Calatayud, Daroca y Albarracín. Notas de geografía urbana» (1942), «Sigüenza. Estudio de Geografía Urbana» (1946), «Programa para el estudio del hábitat rural» (1947) o «Geografía humana y sociología. Geografía social» (1964), entre otras muchas.
Participó en numerosos congresos y reuniones internacionales sobre geografía en todos sus campos: urbana, rural, física o humana. Fue elegido académico de la Real Academia Española en 1977 ocupando el sillón k con un discurso de aceptación que llevaba por título Las formas del relieve terrestre y su lenguaje que fue contestado por Julián Marías. Terán dedicó las primeras palabras de su discurso a su antecesor, Carlos Martínez Campos, del que hizo una detallada semblanza tanto de su vida profesional como de su producción literaria. Posteriormente, Terán se refirió a la geografía como un saber interdisciplinar basado tanto en las ciencias naturales como en las ciencias del hombre. El lenguaje empleado en su discurso recuerda al de los antiguos geógrafos y al de los hombres sabios del renacimiento. Lleva a cabo un recorrido literario y filosófico por las montañas, así como por los nombres que se utilizan para denominarlas. Hace un estudio de la montaña desde sus orígenes hasta nuestros días a través de la visión de diferentes culturas y personajes y de su representación a través de los siglos. En su discurso aparecen San Agustín, Petrarca, Pedro II de Aragón, Leonardo, Fray Luis de León, Berceo, Baroja o Unamuno entre otros muchos. Muestra la atracción del hombre por las montañas, el mundo mágico y los espíritus que en ellas habitan además de la conquista y el descubrimiento de las primeras escaladas, de la belleza y el misterio de las montañas que mueven al hombre a conquistarlas. A lo largo de su discurso Terán va haciendo un repaso de las diferentes formas de relieve mayor: montes, montañas, sierras, cordilleras y mesetas recorriendo la geografía y mezclando ciencia y palabra, dejando patente su amplísimo conocimiento de la materia con un lenguaje envolvente y evocador. Por su parte, en respuesta al discurso de Terán, Marías señala que la Academia necesita de escritores, de maestros que hagan avanzar la lengua y la palabra, así como de conocedores del vocabulario de distintos dominios y de sus necesidades. En 1980 fue nombrado académico de la Real Academia de Historia. Terán fue básicamente un maestro y un trabajador incansable que dirigió más de 130 memorias de licenciatura y más de 30 tesis doctorales entre 1953 y 1976, sin duda alguna un personaje trascendental en la historia de la Geografía española. Falleció en Madrid en 1984.